Bizcochos Marroquíes de Osuna-Écija

18,50 €
Impuestos incluidos

Elaborado por el Monasterio de la Purísima Concepción de Osuna.

Bizcocho con sabor suave y textura esponjosa que hace las delicias de aquel que lo prueba.

Ingredientes: azúcar, huevo y almidón de trigo.

Unidades: 12. En verano y épocas de calor se envía con acumuladores de frío.

Caducidad: 7 días.

241640
Cantidad

 

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HISTORIA

Los orígenes de los Bizcochos Marroquíes se remontan, cuando la Marquesa de Valdetorres en ocasión de hallarse cierto día en su Casa-Palacio, tuvo la aparición de la Santísima Virgen y le encomendó que apartase del mundo y dedicase su vida a la oración y culto, en un convento donde figurase una imagen que representara la forma y el modo en que se le había aparecido.

Inmediatamente la Marquesa, abandona Navarra y comienza un largo peregrinaje por la multitud de conventos de monjas de España. Llegada a Andalucía, una de las últimas ciudades que visita es Écija y recorre todos los conventos. En ninguno de ellos, se representa esa aparición que tuvo la dicha de ver. Igual resultado daba su visita al Convento de la Santísima Trinidad, conocido por los Marroquíes y cuando ya iba a retirarse del mismo tan noble dama, una de las novicias del convento indicó a la Superiora, que le mostrara la Virgen pequeñita que se encontraba en el noviciado. Se la enseñaron, y al momento cambió su semblante con lágrimas en los ojos reconoció en tan pequeña escultura de la Inmaculada Concepción la misma versión que hacía algún tiempo había tenido.

Por este hecho, ingresó en el Convento de las Marroquíes con sus cuatro doncellas, tomando el hábito el 4 de diciembre de 1751, y en él reside, hasta la fecha de su muerte el día 4 de enero de 1772. Según la tradición de las monjas, fue esta Marquesa de Valdetorres, la que enseño a la comunidad entre otras recetas, la de los célebres BIZCOCHOS MARROQUÍES, que aún se conserva.

Tras el cierre del Convento en la localidad de Écija en el año 2014, la receta fue trasladada, al más mínimo detalle, al Monasterio de la Purísima Concepción de Osuna, de la misma Orden de la Inmaculada Concepción, donde cuidadosamente se siguen elaborando tal y como se hacían desde antaño.

Todas las noches se preparan con esmero los ingredientes para el lustre de este delicado manjar, y al día siguiente tras dirigir una oración a San Cayetano comienzan el laborioso trabajo de preparar los bizcochos marroquíes, elaborándolos con azúcar, huevos, almidón de trigo y la Gracia de Dios.